Documentos Diocesanos

Les deseo que el Dios de la esperanza, los colme de su alegría y de su paz, para profundizar en el misterio de la Palabra hecha carne, revelado en la Sagrada Escritura.

El estudio, la oración y la vivencia de la Palabra de Dios, son el medio más eficaz para encender los corazones y formar auténticos discípulos de Cristo, Evangelio Eterno, para colaborar en la edificación de una sociedad más justa y solidaria; ya que los verdaderos discípulos anhelan nutrirse con el Pan de la Palabra, acceder a la interpretación adecuada de los textos bíblicos, a emplearlos como instrumento de diálogo con Jesucristo, y a que sean alma de la propia evangelización.

Se hace, entonces, necesario proponer a los fieles la Palabra de Dios como don del Padre para el encuentro con Jesucristo vivo, camino de auténtica conversión y de renovada solidaridad. Por esta razón, durante SEPTIEMBRE, MES DE LA BIBLIA, la Iglesia desea que en todas las comunidades eclesiales se realicen actividades de Pastoral Bíblica que conduzcan a la lectura orante de la Sagrada Escritura para adquirir el “bien supremo de conocer a Cristo Jesús” (Flp. 3, 8). Por esto, “la importancia de una pastoral bíblica, entendida como animación bíblica de la pastoral, que sea escuela de interpretación y conocimiento de la Palabra, de comunión con Jesús, de evangelización inculturada y de proclamación de la Palabra” (cfr. AP n. 248).

La intención es que durante este mes, en todas las comunidades cristianas, se desarrollen algunas actividades que nos permitan acercarnos mejor y con más provecho a la Palabra de Dios. Menciono algunas propuestas para acercarnos la Palabra de Dios: La lectura diaria de los textos bíblicos litúrgicos; orar con los Salmos, que nos acercan a la voz del pueblo que ora con fe y la lectura orante de la Palabra, “Lectio Divina”, que nos pone en sintonía con la voluntad de Dios.

Invito pues a todos los miembros de nuestra Comunidad Diocesana, a participar con entusiasmo en el MES DE LA BIBLIA, y recomiendo vivamente programar visitas a escuelas, oficinas, cárceles, hospitales y compartir las Sagradas Escrituras, adoptando medios propios para la niñez, la juventud y los adultos. Coordinar reuniones de lectura de la Biblia, conferencias alusivas a los libros y temas de exégesis bíblica a fin de llegar al crecimiento espiritual por la cercanía con Jesús en los textos del Evangelio, “leyendo los deseos del hombre en la cultura de su época e invitándolos a mirar a Jesucristo, fundamento de toda evangelización” (cfr. VI Plan Diocesano Nº 52).

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Invito a todos los agentes de la Pastoral Bíblica, a los alumnos y ex alumnos del Instituto Bíblico Católico, de las Escuelas Bíblicas diocesanas y parroquiales, y a todos los miembros de Círculos bíblicos, a participar en estas actividades para impulsar el encuentro con la Palabra en todos los ámbitos de la pastoral eclesial en comunión con los Párrocos, Rectores de Templos y Superiores de las Comunidades Religiosas.

Deseo que “La Palabra de Dios habite con toda su riqueza en sus corazones” (Col 3, 16), y encomiendo al Señor sus trabajos evangelizadores.

Guadalajara, Jal., a 10 de julio de 2015.

+ José Francisco Card. Robles Ortega

Arzobispo de Guadalajara

Javier Magdaleno Cueva Pbro.

Secretario Canciller

Prot. A2865/2015

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