Documentos Diocesanos

Prot. A2672/2014

Circular 25/2014

Asunto: Domingo Mundial de las Misiones: “Domund”.

                          A los Sacerdotes, Religiosos, Religiosas y Fieles Laicos:

            Les saludo con afecto y deseo que Cristo Jesús, el enviado del Padre, los haga discípulos valientes en la tarea de la Nueva Evangelización.

               Hoy en día todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo. Por eso es tan urgente la misión Ad gentes, en la que todos los miembros de la Iglesia están llamados a participar, ya que la Iglesia es misionera por naturaleza. Desde hace algunos años hemos sido testigos de cambios profundos en el entorno de nuestra sociedad. Hay mucha movilidad en las poblaciones; la migración se ha convertido en un signo característico de  la pobreza, los nuevos medios de comunicación facilitan el traslado de conocimientos y de experiencias entre los pueblos, pero distraen la convivencia personal. Todo esto repercute en la vida de las comunidades cristianas. En algunos lugares crece el número de los que son ajenos a la fe o están animados por otras creencias. Muchos son los que todavía no han sido alcanzados por la buena noticia de Jesucristo.

El Papa Francisco nos recuerda para motivar este Domingo Mundial de las Misiones: “¡No nos dejemos robar la alegría evangelizadora!” (EG 83). Les invito a sumergirse en la alegría del Evangelio y a alimentar un amor capaz de iluminar su vocación y misión. Les exhorto a recordar, como en una peregrinación interior, el “primer amor” con el que el Señor Jesucristo ha caldeado el corazón de cada uno, no por un sentimiento de nostalgia, sino para perseverar en la alegría. El discípulo del Señor persevera en la alegría cuando está con Él, cuando hace su voluntad, cuando comparte la fe, la esperanza y la caridad evangélica. (cfr. Mensaje para el DOMUND 2014, 8/06/2014).

La Jornada Mundial de las Misiones es también un momento para reavivar el deseo y el deber moral de la participación gozosa en la misión Ad gentes. La contribución económica personal es el signo de una oblación de sí mismos, en primer lugar al Señor y luego a los hermanos, para que la propia ofrenda material se convierta en un instrumento de evangelización de una humanidad que se construye sobre el amor. Pido a los Párrocos, Rectores de los Templos y a los Directores de Casas de Religiosos y Religiosas, llevar a cabo esta Jornada Misionera en las parroquias y demás comunidades de la Arquidiócesis, intensifiquen la oración por la difusión del Evangelio e inviten a los fieles a ofrecer toda clase de buenas obras con esta intención; además, organizarán una colecta especial, el domingo 19 de octubre, recordemos que «Cada quien dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría» (2 Cor 9, 7).

               A María, modelo de evangelización humilde y alegre, dirigimos nuestra oración, para que la Iglesia, “casa de puertas abiertas”, se convierta en un hogar para muchos, y haga posible el nacimiento de un  mundo mejor, por la Buena Noticia compartida.

               Guadalajara, Jal., a 18 de agosto de 2014.