19 viernes
Blanco / Rojo
Feria
o SAN JOSÉ MARÍA DE YERMO y PARRES, Presbítero,
o SAN JENARO, Obispo y Mártir
MR pp. 795 y 928 [825 y 968] / Lecc. II p. 807
Nació en la Hacienda de Jalmolonga, estado de México, el 10
de noviembre de 1851. Ordenado sacerdote, pronto comenzó a
irradiar su profunda vivencia evangélica: “Imitar a Cristo, que
vino a enseñarnos con su ejemplo el amor de preferencia para con
los pobres y desamparados que el mundo desprecia...”. Fundó
en 1885 la Congregación de las Siervas del Sagrado Corazón
de Jesús y de los Pobres, la cual continúa su obra de caridad.
Murió en Puebla, el 20 de septiembre de 1904.
ANTÍFONA DE ENTRADA Mt 25, 34. 36. 40
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor, porque estuve
enfermo y me visitaron. Yo les aseguro que cuanto hicieron con
el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.
ORACIÓN COLECTA
Dios de misericordia y todopoderoso, que encendiste en
el corazón de san José María de Yermo y Parres, presbítero y
fundador, un amor ardiente a favor de los pobres y desamparados,
concédenos que, a ejemplo suyo, descubramos en cada hermano
el rostro de Cristo, tu Hijo, y nos pongamos a su servicio con
sincera caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive
y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los
siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA
[Tú, en cambio, como siervo de Dios, lleva una vida de rectitud.]
De la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 6, 2c-12
Querido hermano: Lo que te he dicho anteriormente, es lo que
debes enseñar e inculcar. Porque, quien enseña doctrinas diferentes
y no se atiene a las palabras de salvación de Jesucristo, nuestro
Señor, y a lo que enseña la religión verdadera, es un orgulloso
e ignorante, obsesionado por las discusiones y los juegos de
palabras. Y lo único que nace de todo ello, son envidias, pleitos
e insultos, sospechas perjudiciales y continuos altercados, propios
de hombres de mente depravada, privados de la verdad y que
consideran que la religión es un negocio.
Ciertamente la religión es el gran negocio, pero sólo para aquel
que se conforma con lo que tiene, pues nada hemos traído a este
mundo y nada podremos llevarnos de él. Por eso, teniendo con
qué alimentarnos y con qué vestirnos nos damos por satisfechos.
Los que a toda costa quieren hacerse ricos, sucumben a la
tentación, caen en las redes del demonio y en muchos afanes
inútiles y funestos, que hunden a los hombres en la ruina y en la
perdición. Porque la raíz de todos los males es el afán de dinero,
y algunos, por dejarse llevar de él, se han desviado de la fe y se
han visto agobiados por muchas tribulaciones.
Tú, en cambio, como hombre de Dios, evita todo eso y lleva
una vida de rectitud, piedad, fe, amor, paciencia y mansedumbre.
Lucha en el noble combate de la fe, conquista la vida eterna, a la
que has sido llamado y de la que hiciste tan admirable profesión
ante numerosos testigos. Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL del salmo 48
R. Dichosos los pobres de espíritu.
¿Por qué temer en días de desgracia, cuando nos cerca la
malicia de aquellos que presumen de sus bienes y en sus riquezas
confían? R.
Nadie puede comprar su propia vida, ni por ella pagarle a Dios
rescate. No hay dinero capaz de hacer que alguno de la muerte
se escape. R.
No te inquietes, cuando alguien se enriquece y aumentan las
riquezas su poder. Nada podrá llevarse, cuando muera, ni podrá
su poder bajar con él. R.
Aunque feliz se sienta mientras viva y por pasarla bien todos
lo alaben, ahí donde jamás verá la luz descenderá a reunirse con
sus padres. R.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO Cfr. Mt 11, 25
R. Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has
revelado los misterios del Reino a la gente sencilla. R. Aleluya.
EVANGELIO
[Los acompañaban algunas mujeres, que los ayudaban con sus
propios bienes.]
Del santo Evangelio según san Lucas 8, 1-3
En aquel tiempo, Jesús comenzó a recorrer ciudades y
poblados predicando la buena nueva del Reino de Dios. Lo
acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido libradas
de espíritus malignos y curadas de varias enfermedades. Entre
ellas iban María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete
demonios; Juana, mujer de Cusa, el administrador de Herodes;
Susana y otras muchas, que los ayudaban con sus propios bienes.
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN: Siguiendo a Jesús –además de los
«Doce» y de otros discípulos– san Lucas menciona, con
gran énfasis, la significativa presencia de «algunas
mujeres». Su misión era la de ayudar en las necesidades
de cada día. En ellas podemos ver el primer ejemplo
de colaboración femenina dentro de esa comunidad
a la que luego Jesús llamará con cariño «su» Iglesia.
Esta tan original congregación estará compuesta –
naturalmente y por supuesto– no sólo de varones
sino también de mujeres. Todos igualmente llamados
y todos igualmente comprometidos en un edificante
servicio mutuo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acoge, Señor, las ofrendas de tu pueblo, para que, al celebrar
la obra de la caridad inmensa de tu Hijo, seamos confirmados en
el amor a ti y al prójimo, a ejemplo de san José María de Yermo
y Parres. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 15, 13
Nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por sus
amigos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Renovados por este santo sacramento, concédenos, Señor,
seguir los ejemplos de san José María de Yermo y Parres, que te
honró con su incansable piedad y con su inmensa caridad hizo
tanto bien a tu pueblo. Por Jesucristo, nuestro Señor.