Libro de Visita de Fray Antonio Alcalde, 1776

33ª parte

 

 

Se da cuenta aquí de la situación del asentamiento más importante

de un paso estratégico para la provisión de la ruta de la plata.[1]

 

 

Visita a Juchipila[2]

 

En el pueblo de Teocaltiche, en quince días del mes de mayo de mil setecientos setenta y seis años; Su Señoría Ilustrísima y Reverendísima el señor Maestro don fray Antonio Alcalde del Sagrado Orden de Predicadores, Obispo de Guadalajara, Nuevo Reino de la Galicia y de León, del Consejo de Su Majestad, etcétera, mi Señor, estando en su actual y general visita, compareció el bachiller don //[3] Felipe Casimiro Fernández Ramos, Cura propio y Vicario Juez Eclesiástico del pueblo de Juchipila, a efecto de ser visitado conforme a lo determinado por Su Señoría Ilustrísima, y para ello presento el Real título y provisión de su presentación a aquel Beneficio curado, la colación que en su virtud se le confirió, y el título que se le despachó por lo perteneciente a la jurisdicción eclesiástica de tal Cura Beneficiado, todo en conveniente forma, mediante lo cual se dio por visitado y mandó Su Señoría Ilustrísima se le devolviese al expresado Cura para su resguardo, como se le devolvió.

Presentó asimismo los libros parroquiales de su administración en que se contienen las partidas de los que se bautizan, casan y entierran en aquella Iglesia parroquial, y reconocidas sus partidas por menor desde la última visita hasta la presente, se hallaron en conveniente forma, y proveyó Su Señoría Ilustrísima en cada uno los autos correspondientes, como también en el de informaciones matrimoniales de los Indios de pueblo que se casan en aquel Curato; y en cuan–//–to[4] a los pliegos matrimoniales de libertad y soltura de los españoles, mestizos, mulatos y demás castas que presentó y se han reconocido, mandó Su Señoría Ilustrísima que en lo de adelante no se omita expresar en las declaraciones individualmente el tiempo que los testigos tienen de conocimiento de los pretendientes, y siendo éstos viudos, lo hayan de hacer constar a lo menos con dos testigos fidedignos que declaren haber visto morir a sus consortes, y a falta de esto no se proceda a la celebración del matrimonio hasta que se presente la partida de entierro del marido o la mujer de quien son viudos.

 

Padrón [al margen]

Presentó el padrón de sus feligreses de confesión y comunión y una lista puntual de todos los pueblos, haciendas, ranchos y puestos de que se compone aquella feligresía, expresiva de las dis–//–tancias[5] y vientos en que se hallan respecto de la cabecera, y número de personas que en cada uno residen, que por todas componen el número de 1 195 familias en que se incluyen 3 882 individuos, y mandó Su Señoría Ilustrísima que quedándose el citado el Cura con una copia del padrón que formare en cada un año, remita los originales a la Secretaría de Cámara y Gobierno de Su Señoría Ilustrísima, como se previene en la décima de las Constituciones Sinodales, con certificación de si cumplieron o no con el precepto Nuestra Santa Madre Iglesia de confesión y comunión.

Juntamente presentó una copia de las constituciones sinodales de este Obispado, y testimonio del despacho general de cordillera en que se contienen los Aranceles común del obispado, de Indios de pueblo que no dan tasación y el de roturas de tierra, con sus declaraciones hechas al Ilustrísimo señor Parada, de buena memoria, lo cual dio Su Señoría Ilustrísima por visitado y pasado en esta visita general, //[6] mandando que de los citados Aranceles se ponga una copia autorizada en debida en debida forma en la Iglesia parroquial donde sus feligreses vean lo que deben pagar por sus obvenciones.

Presentó los inventarios de las alhajas, ornamentos, ropa blanca y demás paramentos, así de su Iglesia parroquial como de las de los pueblos de su feligresía, en que consta tener los necesarios para celebrar con decencia los Divinos oficios.

 

Fábrica [al margen]

Juntamente presentó el libro y cuentas de la fábrica espiritual de la Iglesia parroquial de aquel Curato, que han corrido a su cargo, y reconocidas por menor de las últimas cuentas aparece el alcance de 90 pesos a favor de la fábrica y contra el expresado Cura, a quien dio Su Señoría Ilustrísima las gracias por su esmero y exactitud con que se ha manejado en esta administración, encargán–//–dole[7] continúe con igual esmero y cristiandad, procurando el cobro de lo que se debe a la fábrica, para su mayor aumento.

Visitó los libros y cuentas de la archicofradía del Santísimo Sacramento, sita y fundada en la Iglesia parroquial de aquel Curato, cuyo Mayordomo en sus últimas cuentas resultó alcanzado en 80 pesos, 7 ½ reales, a favor de la cofradía, la cual tiene de fondos 2 132 reses, 264 bestias caballares, 1 300 y más pesos a réditos.

El de la cofradía de las Benditas Ánimas, sita en aquella parroquia, cuyo Mayordomo la alcanzó en 47 pesos, 5 reales, y de fondos 375 cabezas de ganado mayor, 5 reses más y 29 bestias caballares.

El de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción del pueblo de la Mezquituta de aquella feligresía, cuyos fondos son 298 reses y 41 bestias caballares.

El de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción del pueblo de Tetelluque de aquella feligresía, cuyos fondos son 421 reses y //[8] 31 bestias caballares.

El de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción del pueblo de San Miguel, cuyos fondos son 438 reses, 39 bestias caballares y 55 cabezas de ganado de pelo.

El libro y cuentas de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción del pueblo de Moyagua, la cual tiene de fondos 420 reses, 20 bestias caballares y otros muebles.

El de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción del pueblo de Apozol, cuyos fondos son 196 reses y 12 bestias caballares.

El de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción del pueblo de Cuspala, cuyos fondos son 60 reses y 24 bestias caballares.

Y reconocidos los ajustes y liquidaciones que de ellas se han hecho en cada un año, los aprobó Su Señoría Ilustrísima declarando por legítimos los alcances que quedan //[9] relacionados, encargando al expresado Cura y Vicario procure con toda exactitud el aumento en los fondos de dichas cofradías para su mayor perpetuidad y duración, como por menor se expresa en los autos que en cada uno se proveyeron.

Visitó Su Señoría Ilustrísima el testamento so cuya disposición falleció don Francisco de Aro, en que instituyó por albaceas a doña María Josefa Placencia y a don Marcos Antonio de Aro, y por herederos a sus hijos.

Y el que otorgó doña María Ana Francisca Flores y el bachiller Antonio Domingo Rodríguez de Frías en virtud de poder que les confirió don Pedro Gutiérrez, instituyéndolos por sus albaceas, a don José Manuel Edraquio y a don Juan Francisco Gutiérrez; y reconocidas sus cláusulas y recibos presentados, los declaró Su Señoría Ilustrísima por cumplidos y pagados en cuanto toca a la juris–//–dicción[10] eclesiástica.

Visitó Su Señoría Ilustrísima las licencias de decir misa y asimismo predicar, confesar y administrar sacramentos del bachiller don José Patricio Delgadillo, un título de capellán propietario de dicho bachiller de la capellanía que fundó don Sebastián Delgadillo de 2 mil pesos de principal, impuestos sobre la hacienda nombrada Nuestra Señora de Guadalupe y Agua Blanca, con cargo de 24 misas rezadas; y el título de Notario Público que presentó don Pedro Joachín Betanzos, y mandó Su Señoría Ilustrísima se use de todo según su expresión y forma.

Asimismo, mandó Su Señoría Ilustrísima se observe lo prevenido en los autos de visita de los Ilustrísimos señores Obispos sus predecesores, en cuanto a la en–//–señanza[11] de la doctrina cristiana y oraciones a los indezuelos e indezuelas todos los días por medio del Fiscal; y en cuanto a que se administre el Viático a los enfermos de fuera de la cabecera, sin que sea necesario que lo pidan cuando llamaren. Y también en cuanto a que no se permita a ningún eclesiástico decir misa en enramada. Y que así el actual Vicario como sus sucesores cuiden de cobrar y recaudar la limosna de las misas de cuarta funeral de testamentos y la importancia de lo que colectare la remita oportunamente a manos de Su Señoría Ilustrísima.

Y mandó que para el cumplimiento de todo, se le notifique este auto al expresado Cura, y se ponga testimonio de él en el libro de Bautismos. Y así lo proveyó, mandó y firmó.

 

Fray Antonio, Obispo de Guadalajara [rúbrica]

 

En el //[12] pueblo de Teocaltiche, a diez y siete de mayo de mil setecientos setenta y seis años: Notifiqué el auto que antecede al bachiller don Felipe Ramos, Cura y Vicario Juez Eclesiástico del pueblo de Juchipila, quien entendido de su contenido dijo: lo oye, obedece y que cumplirá con lo que se le manda, y lo firmó, de que doy fe.

 

Ph[eli]pe Ramos [rúbrica]

Blas de Silva [rúbrica]

Notario mayor //[13]