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Libro de Visita de fray Antonio Alcalde, 1776.

25ª parte

 

 

Se ofrecen aquí datos muy puntuales

del estado de la parroquia del todavía riquísimo mineral de Bolaños

a finales del siglo Ilustrado.[1]

 

 

Visita al Real y Minas de Bolaños[2]

 

En el pueblo de Taltenango en veinte y cuatro de abril de mil setecientos setenta y seis años, ante Su Señoría Ilustrísima y Reverendísima el Señor Maestro don fray Antonio Alcalde del sagrado Orden de Predicadores, Obispo de Guadalajara, Nuevo Reino de la Galicia y de León, del Consejo de Su Majestad, etcétera, // mi Señor; estando en su actual y general visita, compareció el doctor don José Antonio de Acosta, Cura Beneficiado y Vicario Juez Eclesiástico del Real y Minas de Bolaños, y Examinador Sinodal de este Obispado, a efecto de ser visitado conforme a lo prevenido en los despachos de cordillera; para lo cual presentó la Real Provisión de su presentación a dicho Beneficio, el título que se le despachó en su virtud de Cura Beneficiado y Vicario Juez Eclesiástico del expresado Real y su feligresía, despachados en debida forma por Su Señoría Ilustrísima, quien los dio por visitados y mandó se le devolviesen originales para su resguardo, como se le devolvieron.

Presentó los libros parroquiales de su administración, en que se asientan los que se bautizan, casan y entierran, así en la Iglesia parroquial del expresa–// –do Real, como en la de la Playa, su ayuda de parroquia, sita dentro del mismo Real, y reconocidas sus partidas por menor, se hallaron en conveniente forma, principalmente las referidas al tiempo del expresado Cura, y en los expresados libros se proveyeron los autos correspondientes.

 

Arancel [Al margen]

 

Presentó igualmente un testimonio del Arancel que formó el Ilustrísimo Señor don fray Francisco de Rivera para la ciudad de Zacatecas y Reales de Minas de este Obispado, el cual se ha observado en aquel Curato; asimismo un testimonio de las Constituciones Sinodales de esta Diócesis; y el libro de Gobierno en que aparecen testimoniados en debida forma // los edictos, cartas pastorales y otros despachos superiores, lo dio Su Señoría Ilustrísima por visitado y pasado en visita general, mandando que del citado arancel se ponga una copia autentica en la iglesia parroquial del referido Real, donde todos los feligreses vean lo que deben pagarle por sus obvenciones.

Juntamente presentó los padrones de su feligreses de confesión y comunión, así del expresado Real y su recinto, como del real de Tepeque y ayuda de parroquia de la Playa, distantes de la cabecera o iglesia patria como diez o doce cuadras; los cuales componen el número de tres mil novecientas treinta y ocho personas en mil doscientas y cincuenta familias, y mandó Su Señoría Ilustrísima que quedándose el citado Cura una copia del padrón que formare en cada un año, remita el original a la Secretaría de Cáma–// –ra y Gobierno de Su Señoría Ilustrísima, con su certificación a su pie de si cumplieron o no los que debieron con el precepto anual de Nuestra Santa Madre Iglesia de confesión y comunión, como se previene en la décima de las Constituciones Sinodales de este Obispado.

 

Fábrica espiritual de Bolaños [Al margen]

 

Juntamente presentó los libros y cuentas correspondientes a la fábrica espiritual de aquella iglesia parroquial, que ha estado a su cargo desde el día 24 de diciembre del año pasado de 770, en cuyo tiempo, purificando los hierros que se advirtieron en las sumas, recibió 2 518 pesos, 2 ½ reales, y gasto 3 016 pesos, 7 reales, por lo que alcanza a la fábrica en 498 pesos, 4 ½ reales.

 

Fábrica de la Playa [Al margen]

 

Asimismo las cuentas de la fábrica espiritual de la iglesia de la Playa, que ha seguido con superación desde 15 de enero de // 771, y reconocidas por menor, purificado el recibo y gasto, consta ser aquél 1 802 pesos, 5 reales, y éste 629 pesos, 6 reales, por lo cual sale alcanzado el referido Cura en 1 172 pesos, 7 reales, a favor de la fábrica, cuyos alcances aprobó Su Señoría Ilustrísima y declaró por legítimos, dando al nominado Cura las debidas gracias por el esmero y exactitud con que aplicó el auto de la iglesia, y mandando que de los primeros efectos pertenecientes a la iglesia parroquial, sacados los precisos gastos, se le satisfagan los 487 pesos, 4 ½, reales en que la alcanza; y que el sobrante que queda a la fábrica de la Playa se custodie y guarde en su arca de tres llaves, como se previene en el despacho general de cordillera. Y en atención a las justas causas que impiden al citado Cura la continuación en dicha fábrica, y haber informado ser a propósito para su administración el bachiller don José María Garduño de // Sarralde, clérigo presbítero domiciliario de este Obispado y sacristán mayor de la misma iglesia parroquial, mandó Su Señoría Ilustrísima se le despachase el correspondiente título de Mayordomo administrador de la citada fábrica, como efectivamente se le despachó por el tiempo de la voluntad de Su Señoría Ilustrísima.

 

Fábrica material [Al margen]

 

El precitado Cura y Vicario doctor Acosta presentó otro libro de cuentas que ha llevado de las limosnas que a su solicitud se han colectado para la fábrica material de la nueva iglesia parroquial que se va a hacer en el indicado Real, de las que consta haberse introducido en la arca 1 536 pesos, 5 ½ reales, y gastado en la hacienda y casa que se compró para la extensión de la dicha iglesia 1 145 pesos, 2 reales, por lo // cual quedan existentes en la dicha arca 391 pesos, 3 ½ reales. Igualmente presentó el libro de cuentas pertenecientes a la fábrica material de la iglesia de san Antonio de Tepec, barrio de aquel Real, cuya administración ha corrido a cargo de don José de Luesia, vecino de su comercio, y por ellas se percibe haber colectado de limosnas la cantidad de 800 pesos, 4 reales, y gastado en la citada fábrica 608 pesos, 7½ reales, de que resultan sobrantes 191 pesos, 4½ reales, contra el referido depositario, a quien dio Su Señoría Ilustrísima las gracias, como al enunciado Cura y Vicario, por el amor y cristiandad con que han solicitado el aumento del culto Divino, encargándoles continúen con igual esmero y actividad a mayor honra y gloria de Dios Nuestro Señor.

 

Archicofradía del Santísimo Sacramento sita en la parroquia [Al margen]

 

Del mismo modo presentó los libros y cuentas de la Archicofradía del Santísimo Sacramento, fundada // en la iglesia parroquial del mismo Real, cuyo último Mayordomo, que lo fue don Antonio Vivanco, sale alcanzado en sus últimas cuentas en 678 pesos, 5 ½ reales, a favor de la cofradía, y ésta tiene de fondos 5 856 pesos, 4 ½ reales, teniendo existentes 32 arrobas,[3] 4 ½ libras, de cera de Castilla labrada y 20 botijas de aceite de olivo.

Los de la cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio, fundada en la propia iglesia parroquial, cuyos fondos existentes son 8 mil pesos en tres principales impuestos sobre fincas seguras y suficientes, a más de los 898 pesos, ½ real sobrantes, por el alcance que le hizo a don Juan José de Barreneche, su Mayordomo, en las cuentas que dio el 18 del corriente.

Y el de la cofradía nuevamente erecta y fundada de Nuestra Señora de Guadalupe, cuyo Mayordomo, que lo es don Domingo Garay, salió alcanzado en las cuentas que dio el día 15 del presente mes, en la // cantidad de 165 pesos, 5 reales.

Y reconocidos los ajustes y liquidaciones que de las respectivas cuentas se han hecho por el citado Cura y Vicario, que se dejan ver con la mayor formalidad y claridad que se requiere, los aprobó Su Señoría Ilustrísima, declarándolo por legítimos los alcances que quedan relacionados y dando a los nominados Mayordomos las correspondientes gracias por la actividad y esmero con que han solicitado el incremento de los fondos expresados. Y por lo respectivo a las de la archicofradía del Santísimo, con vista de lo representado por su Mayordomo, mandó Su Señoría Ilustrísima que a éste se arreglen todos los gastos que prescriben las constituciones, y para poder hacer otros algunos, se impetre de Su Señoría Ilustrísima la necesaria licencia, exponiendo para su concesión la necesidad que hubiere, con razón del sobrante que a la sazón tuviere en su arca la archicofradía, ejecutándose lo mismo para cualquiera gasto extraordi–//–nario que exceda de veinte pesos.

Igualmente mandó Su Señoría Ilustrísima que asegurándose en bastante forma lo correspondiente a los gastos que se erogan en los tres días de carnestolendas, se celebren exponiéndose el Señor Sacramentado para que logren la indulgencia plenaria concedida. Asimismo mandó que cuando la fábrica, por su pobreza, no pueda ayudar a los gastos del Jueves Santo y cera que arde al depósito, se colecte limosna entre los fieles para ayuda de su costo. Y declaró Su Señoría Ilustrísima que una vez que conste asentado en la forma regular en el libro de asientos la muerte de algún cofrade, se le debe mandar decir la misa prevenida en las constituciones, aunque se le haya perdido la patente que al tiempo de su ingreso se le dio. Y advirtiéndose en // cuentas de la citada archicofradía crecido en gastos de fuegos, cohetes y truenos en la festividad del Corpus y días de su octava, prohibió Su Señoría Ilustrísima el referido gasto como no conducente al culto, con advertencia de que ejecutarlo será de cargo del Mayordomo, como también las demás funciones que se hicieren a más de las prevenidas en las Constituciones, sin que en manera alguna puedan cargarse a las insinuadas cofradías.

 

            Igualmente presentó las licencias de decir misa y asimismo de predicar, confesar y administrar sacramentos en lengua castellana del bachiller don José María Garduño. y su título de Sacristán mayor de la iglesia parroquial del mencionado Real; con las licencias de predicar confesar y administrar sacramentos en lengua castellana pertenecientes al bachiller don José Antonio Pérez // Vallejo, Teniente de Cura de aquella feligresía; y hallándose corrientes y refrendadas en conveniente forma, las dio Su Señoría Ilustrísima por visitadas y pasadas en esta visita general, como también el título de Notario Público del precitado Real que presentó don Esteban Polanco, mandando se le devolviese todo original para su resguardo.

 

Testamentos [Al margen]

 

Visitó Su Señoría Ilustrísima el testamento so cuya disposición falleció María Íñiguez, vecina de aquel Real, y por virtud de su poder otorgó Santiago Núñez su esposo, a quien instituyó por su albacea, y por herederos a sus hijos.

El que otorgó doña Salvadora Gutiérrez, instituyendo por sus albaceas a doña María Galaviz y a don Santiago de Haro, y por heredera a su hija.

El de don José Morales Escalante, en que instituyó por sus albaceas a // don Antonio Vivanco y a don Tomás Álvarez José, y por heredero al Santísimo Sacramento.

Y el que otorgó don Miguel Maximiliano de Santiago, en virtud del poder que le confirió don José Varata, a quien lo instituyó por su albacea, y por herederos a sus hijos; y reconocidas sus cláusulas y recibos presentados, los declaró Su Señoría Ilustrísima por cumplidos y pagados en cuanto toca a la jurisdicción eclesiástica.

Visitó el testamento so cuya disposición falleció María Nicolasa de Amézquita, instituyendo por su albacea al referido doctor Acosta y por heredera a su alma, y haber informado el albacea que a poco que murió la susodicha, por no haber dejado más bienes que la ropa de su uso, cuya venta se está solicitando; dijo Su Señoría Ilustrísima que cumpliendo el mismo albacea con las mandas piadosas que en él se contienen, declaraba y declaró el citado testamento por cumplido y pagado en cuanto toca a la jurisdicción eclesiástica.

Visitó asimismo el que otorgó don Cayetano Sánchez // instituyendo por su albacea a don Manuel Herrera, y por heredera a su alma, sobre que informa el enunciado Cura y Vicario no haber alcanzado el caudal del difunto más de para un comunicado, que dejó para el honorario del escribano y el costo de su entierro, por lo cual declaró Su Señoría Ilustrísima que no resultando más bienes, no tiene obligación el albacea de ejecutar más de lo hecho.

Visitó igualmente el que otorgaron don Vicente Ferrer de Santiago y doña Juana Ferrera de Orellana su mujer, instituyendo por su albacea al bachiller don Vicente Ferrer de Santiago, y por herederos a sus hijos, ordenando que el residuo de su caudal se aplicase en misas y otras obras pías por su alma; sobre lo cual mandó Su Señoría Ilustrísima que respecto de importar el dicho residuo 557 pesos, 2 reales, 2 granos, el enunciado Cura y // Vicario mande decir en la iglesia parroquial 278 misas con la limosna de un peso cada una, deduciéndose de ellas 69 pesos, 4 reales, de las pertenecientes a la cuarta funeral, que ha de remitir a Su Señoría Ilustrísima, que reparta el albacea entre los pobres 200 pesos y aplique por vía de limosna 39 pesos, 2 ½ reales, al convento de las religiosas Capuchinas de la villa de Lagos, y otra tanta cantidad al de la ciudad de Guadalajara; en cuya conformidad y respecto de haberse presentado los recibos que acreditan la paga de lo demás contenido en el citado testamento, lo declaró Su Señoría Ilustrísima por cumplido y pagado en cuanto toca a la jurisdicción eclesiástica, como el que por sí separada y posteriormente otorgó el enunciado Vicente Ferrer de Santiago.

Y mandó Su Señoría Ilustrísima que se guarde y observe lo prevenido y mandado en los autos de visita de los Ilustrísimos Señores Obispos sus antecesores en cuanto a que no se permita a ningún eclesiástico secular ni re–//–gular decir misa en enramada; y que así el actual Vicario como sus sucesores cuiden de recaudar el estipendio correspondiente a las misas de cuarta funeral de testamentos o memorias, las cuales por derecho tocan a la Mitra, y la importancia de lo que colectare la remita oportunamente a manos de Su Señoría Ilustrísima, para su celebración.

Y para el cumplimiento de todo, mandó Su Señoría Ilustrísima que este auto se le notifique al Cura poniéndose testimonio de él en el libro de Gobierno; así lo proveyó, mandó y firmó. Otrosí, reconocidos los pliegos matrimoniales, se hallaron en debida forma, ut supra.

 

Fray Antonio, Obispo de Guadalajara [rúbrica]

 

En // el pueblo de Taltenango a veinte y cinco de abril de mil setecientos setenta y seis años, notifique el auto que precede al doctor don José Antonio de Acosta, Cura Beneficiado y Vicario Juez Eclesiástico del Real de Bolaños, quien entendido de su contenido, dijo lo oye, obedece y que cumplirá con lo que se le manda, y lo firmó, de que doy fe.

 

Doctor José Antonio Acosta [rúbrica]

 

Blas de Silva [rúbrica]

Notario mayor



[1] Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara, Sección Gobierno, Serie Visitas Pastorales, ff. 265r – 278v, aquí señaladas cada una con //, caja 6. La versión paleográfica es del licenciado en historia Antonio Gutiérrez Cruz.

[2] Municipio y cabecera al norte de Jalisco, que abarca 1.500 kilómetros cuadrados en los que moran unos 5 mil vecinos; debe su nombre al estanciero Toribio de Bolaños, y se fundó como Villa del Real de Bolaños a mediados del siglo xviii, luego del hallazgo, en 1748, de portentosos yacimientos de plata que en su tiempo llegaron a equivaler al 20 por ciento de la producción total de la Nueva España, por lo que hasta tuvo Casa de Moneda y un vecindario de 17 mil almas. Su auge lo alcanzó en 1792 (se produjeron en esa fecha 120 mil marcos de plata), su ocaso comenzó en 1830. De su antigua grandeza subsisten vestigios arquitectónicos muy notables: la Real Caja, las Casas Consistoriales, la Parroquia Vieja y el Santuario de Guadalupe.

[3] Unidad de peso antigua que equivalía a 25 libras o 11.506 Kg.



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