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Desde mi sótano

Primera publicación de la resistencia activa de los católicos (2ª entrega)

 
A cargo de la Crónica Arquidiocesana[1]

 

Lo notable de releer textos antiguos de carácter informativo, acerca de sucesos que acaecieron hace muchos años –en el caso presente más de ochenta-, es recrear ámbitos históricos con especial viveza. Se rescata en esta ocasión el número 3 de la primera publicación clandestina elaborada por los católicos involucrados en la resistencia activa a la persecución religiosa en México, con este encabezadochusco: Dios y mi derecho. Registrado como artículo de primera necesidad. Responsables: los causantes del conflicto. México, 29 de agosto de 1926. Director Silvio Pellico.[2] Número 3. Precio elástico, desde 1 centavo hasta el infinito. Tomo I.

 

Las listas negras

 

Vamos a dar cuenta de un hecho que debería llenarnos de vergüenza. El domingo veintidós de los corrientes, los cines de la Capital se vieron concurridísimos, con viva alegría de los enemigos de la Iglesia. Y lo peor es que lo llenaron los católicos, que quieren decir los insultados, los abofeteados, los parias. Queremos atribuir todo a que muchos católicos cándidos pensaron, al leer las noticias publicadas en los grandes diarios, que el conflicto religioso tocaba su fin.

Sin embargo, esos católicos cándidos deben meditar muy seriamente que con su actitud están haciendo traición a su fe y nulificando, en cierto modo el heroico comportamiento de sus hermanos.

Además sabemos que muchos católicos no pueden prescindir de acudir a los espectáculos, sistemáticamente. Las situaciones como las que atravesamos, sirven a maravilla paras “deslindar los campos” los católicos que no siguen el boicot, no son católicos. En nuestra obligación están desenmascarados para que todos los buenos sepan qué clase de gente son.

Lector: si a usted le consta que un pseudocatólico no sigue las reglas del boicot, de su nombre a los jefes de la Liga, para que nuestro pequeño periódico pueda hacerlo publico y formar las listas negras.

 

Documentos reveladores importantísimos.

 

[Al margen un sello que dice: Comisión Nacional Agraria- Departamento de Crédito Agrícola- Estados Unidos Mexicanos]

Circular a todos los ejidatarios del Distrito Federal:

Se pone en conocimiento de ustedes por acuerdo superior, que todos los Ejidatarios, inclusive Comités particulares administrativos de los ejidos del Distrito Federal que no estén el domingo 1ºde agosto próximo, a las ocho horas, en la primera calle de Santa María la redonda, de la ciudad de México, se les considerará como elementos reaccionarios enemigos de la Revolución y del actual gobierno que preside el C. General Plutarco Elías Calles, perdiendo todo derecho a parcela en el Ejido.

Se formaran listas de los ejidatarios que asistan para que sean los únicos que en lo sucesivo disfruten del Ejido.

Se ha dispuesto que haya trenes o camiones que trasladen a los ejidatarios hasta la ciudad de México.

Reitero a ustedes las seguridades de mi consideración afectuosa.

Sufragio efectivo no reelección.

México D.F. de 30 de julio de 1926.

El Director del Departamento de Crédito Agrícola.

Victor Díaz León (Rúbrica) [Copia autentica del original]

 

Este documento es otra  nueva prueba de lo espontaneo y libre de la famosa manifestación, de adhesión a la política de Calles.

 

¿Qué tl estará el infierno…

¿Conoce usted al señor Rip-Rip? ¿Quién no lo conoce? Periodista agitador, y uno de los más conspicuos revolucionarios del Carrancismo, fue también uno de aquellos tristes ciudadanos, que hirviendo de cólera, contra el catolicismo nos dieron la famosa Constitución de 1917, en Querétaro, cuna de nuestras desdichas.

Pues bien, el mismísimo mencionado Rip-Rip, ciego de ira en Querétaro, y malo como el mismísimo diablo, ahora nos sale en “El Imparcial” el día 25 del corriente con un artículo, primero de una serie que promete, en el que afirma que es necesario reformar la Constitución de 17 en lo referente a la cuestión religiosa.

Oigan ustedes el siguiente parrafito que vale oro:

 

“Desde dos o tres años, después de que fuese promulgada la Constitución que nos rige, varios de quienes discutimos y aprobamos la ley suprema, nos dimos cuenta de que habíamos ido más allá de lo necesario y conveniente, y entre ellos el mismo señor Venustiano Carranza, inspirador de ella.

“Hemos ido más allá de donde debíamos, díjome el señor Carranza agregando: así como encontramos humano y conveniente, que sea abolida la pena de muerte…debemos poner al clero en condiciones de sincerarse y no refrendar viejos odios, de abominar rencores que sintieron los clericales exaltados de antaño…para eso, necesitamos reformar los artículos 3º, 27 y 130 de la Constitución que tienen demasiado color revolucionario. Usted puede como presidente del Senado, poner a discusión esas reformas” etc., etc.

 

¡Qué tal será ese niño contrahecho que nació en Querétaro, que hasta sus mismos padres lo critican!

¡Qué tal estará el infierno…que hasta los diablos se salen!

Silvio Pellico

 

La fiesta de Covadonga

La Colonia Española de México se apresta a celebrar las fiestas de Covadonga, fiestas que en mejores días dieran siempre principio con una misa solemne y un sermón que servía al orador-casi siempre hispano- para cantar las glorias de la Madre Patria, la católica España.

Ahora, no habrá misa, ni sermón, ni predicador. Las fiestas de Covadonga van a resentirse de algo esencial de su alma misma, con que España sin la religión católica deja de ser España. La historia de la madre patria esta íntimamente ligada con la historia de la Iglesia; los grandes hombres de España han sido siempre católicos de talla descomunal, por no decir que santos…

Además, los españoles de México no deben de olvidar que las primeras victimas de la tiranía fueron los sacerdotes españoles, los dignos sucesores de misioneros de la Conquista que en esta ingrata tierra continuaba una obra que era todo amor y dulzura, ciencia y caridad.

México esta de luto y ese luto toca también, de manera muy intima a España.

No queremos decir más. Conocemos la hidalguía de los españoles, que es característica de su noble raza, y en ella confiamos.

México y España son igualmente católicos. España y México deben estar unidas en los presentes momentos, porque ambas naciones han sido heridas sus almas, hija una de la otra.

 

El diablo predicador

El diablo se ha metido a sacristán y a predicador. ¡En los establecimientos fabriles, antecámara de la CROM, se están haciendo sotanas!

Parece mentira; pero es verdad. La intención es clara: en fabriles se van a fabricar curas, afortunadamente, el hábito no hace al monje.

Alerta, católicos. Cada vez que te encuentres con un cura ordenado por su señoría Morones, tírale la careta, ponlo en ridículo, muéstrale que tú eres católico de verdad.

 

Lo que la prensa calla

Guadalajara, agosto de 1926. Son las 10:30 de la noche, acabamos de puerta de la inspección para felicitar a las muchachas que en estos momentos salieron de allí, en medio de los aplausos, de los gritos de ¡Viva Cristo Rey! Y ¡Adelante con el boicot! Sintiendo que a nosotras no nos hubiera tocado estar también con ellas. Los hechos pasaron así: el grupo de muchachas que en los cines hacían propaganda del boicot no tuvieron miedo a las amenazas; dos de los soldados que mandaron a impedirlo en el cine Lux, también lucían en su quepí el papelito que ellas no tuvieron inconveniente en pegarles.

Eran las siete de la noche cuando llevaban entre los soldados a las once muchachas que estaban en diferentes cines, al llegar frente al Sagrario se había juntado bastante gente, en su mayor parte hombres que les gritaban las dejaran en libertad y empezó la rechifla en la plaza de Armas por el atropello que iban cometiendo contra las indefensas señoritas. Para disolver las bolas hicieron muchas descargas al aire y entraron triunfalmente a Palacio  las “prisioneras” uniéndose todas las voces en una sola: ¡Viva Cristo Rey! empezaba la primera pieza en la Plaza, y ellas en el patio del Palacio sentadas en el suelo, con toda la fuerza de sus pulmones cantaban: La Virgen María, es nuestra protectora, etcétera. De allí las pasaron a la Inspección. Fueron unos muchachos para ver qué podían hacer por ellas y dijo el jefe que a esos cobardes al calabozo. Llegó el amparo: les dijeron a las muchachas que estaban en libertad y ni una sola quiso salir hasta que sacaran también a los dieciséis hombres. Mientras se dieron a la tarea de tapizar las paredes de la Inspección con el boicot. ¡Te imaginas las ovaciones a la salida! Corría la gente a encontrarlas y a cada encuentro y a cada vuelta en una esquina: ¡Viva Cristo Rey! Y aplausos.

Antes de salir le dijeron al jefe de la Inspección que para mañana van a estar desde las 11 en el comercio y en los cines en la tarde.

Ya te seguiré platicando siempre que haya cosas ¡bonitas! como ahora.

 

Una carta interesante

Guadalajara, agosto 22 de 1926. Figúrate que el martes 3 del presente (día en que fue la matanza del Santuario) desde la mañana estaba toda la gente alarmadas, unas decían que habían llegado y ese día tomarían los templos, otras que como que habían salido las listas de los masones estaban furiosos y que habían dicho que ese día se las pagarían los católicos, en fin muchas versiones.

Con tal motivo daba gusto pasar por los templos y ver en las puertas grupitos de muchachas o chiquillos acarreando piedras y otros con palos para defenderse. Esta alarma llego a San Pedro como a las diez de la mañana algunos del pueblo echaron a vuelo las campanas para que se juntara la gente. Antes de media hora estaba todo el pueblo frente a las iglesias. Muchos de los indios con rifles, otros con pistolas, otros con puñales o cuchillos de la cocina y la mayoría con piedras y palos. Algunas de las señoras decentes con los cepillos con que barren las alfombras. Una vez reunida toda la gente unas señoritas se subieron a las rejas del atrio y empezaron a cantar el himno nacional al que contestaba todo el pueblo cuando llegaban a una de esas estrofas terribles echaban a vuelo las campanas. Al término gritaron ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! Después cantaron el himno Guadalupano entre una y otra estrofa siguieron los versos cada vez con más entusiasmo. Se me pasaba decirte que antes de cantar el himno guadalupano sacaron una bandera con la Virgen de Guadalupe, y entonces el entusiasmo fue desbordante. Al ver tanto alboroto el Presidente Municipal mandó en tono de paz a un enviado a ver si era posible calmarlos y por única contestación fue una grita de los más valiente armados con pistolas y puñales, por el señor Alcalde lo llevaron (como dicen) a chaleco lo subieron en alto y con las pistolas apuntándole le decían: grite: ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! y el pobre hombre temblándole las quijadas, por bien o a la fuerza grito cuanto quisieron. Cuando acabaron de gritar le dijeron ¡ahora sí, ya váyase!

Los tranvías de San Andrés que pasan frente al Santuario los detenían y hacían que el motorista se quitara la cachucha y  gritara ¡Viva Cristo Rey!

Me contaron que estaba un viejecito sentado en la banqueta de su casa con un buen cuchillo afilándolo en las piedras y diciendo: “Pos quien mal hace bien no espere y al cabo si yo muero, muero por Dios.”

A todo esto no apostaba ya que te supondrás que era debido a las muchas fuerzas que tenía y al poco miedo de que disfrutaban.

Como a la una y media empezó la gente a retirarse pero se quedaron dos indios en cada esquina con su buen rifle.

Como a las dos de la tarde estaban comiendo cuando volvieron a oir replicar las campanas y otra vez y otra vez se alarmó el pueblo; pero figurar que iban unos alemanes en un auto a una señorita amiga que esta allá porque esa tarde se iban a ir para México y sin más ni más la gente creyó que eran del gobierno y los asaltaron con pistola en mano y los pobres alemanes que poco sabían hablar el español, no hallaban que hacer pues no sabían de que se trataba hasta que por fin, salió un señor conocido y les dijo que no les hicieran nada que eran gente de paz; pero la verdad para los pobres no dejó de estar medio pesado.

¿No te parece extraño que no hayan dicho nada de semejante historia? Claro está: no les conviene. 

 

La situación del momento

Fijada ya, de manera que no deja lugar a duda la actitud del Episcopado frente al conflicto religioso, los ánimos se han serenado y las voluntades se reavivan para llevar adelante, contra viento y marea, la resistencia pasiva que ha de llevarnos a la victoria.

Y la atención de todos los mexicanos, tranquila por lo que ve a la situación de la Iglesia, ha ido a fijarse en otros asuntos, que entrañan también grave peligro para la salud de la patria.

Los grandes diarios han llenado sus columnas, durante la semana que acaba de pasar, con extensos reportazgos que se contraen en las conferencias de la Embajador norteamericano con el secretario de Estado, Mr. Kellog y con el presidente Mr. Coolidge. Y esos reportazgos se deduce que en la nación vecina se esta jugando hoy el futuro de México.

El embajador está cansado de promesas que a la postre nunca se cumplen; está cansado de encontrarse con dificultades que en ocasiones solo logran aplazar, pero no volver; que quiere poner a una situación falsa y aboga ante su gobierno porque en nuestro país observen los Estados Unidos una política enérgica y decisiva.

Ahora bien, ¿vamos a culpar a los Estados Unidos porque pretenden ver claro en las cosas de ellos y nosotros, porque desean salvaguardar los intereses de sus nacionales amenazados con leyes que son del baldón de una nación civilizada?

Que no se nos tache de traidores si rotundamente decimos que no.

Los católicos jamás hemos deseado la intervención de los norteamericanos en nuestra patria, ni la desearemos nunca así se trate de la religión o de cuestiones de otro carácter. Otros son los que han pedido la anexión de México a los Estados Unidos del Norte, y ya el licenciado Salado Álvarez se ha encargado de comprobarlo con documentos inatacables; pero debemos pensar que por muy grande que sea el deseo de nuestros vecinos de evitarse dificultades con nosotros, los torpes manejos del general Calles y su gobierno están orillando a la patria a una catástrofe. Y también de esta manera se es traidor…

Pero hay algo más. El gobierno que actualmente rige los destinos de México, guiado por un secretario ciego, no contento con los graves problemas que tiene enfrente, se busca otros, de carácter internacional y en afán de acabar con todas las autoridades legitimas de la América Latina, ayuda y fomenta revoluciones extrañas, como sucede en el caso de Nicaragua, que indudablemente traerá a México compromisos serios y dificultades graves.

La situación del momento, pues no es nada tranquilizadora, México, al igual que Rusia, esta siendo el punto negro de los pueblos civilizados de la tierra, y el Gobierno del general Calles, lejos de rectificar el camino que se ha trazado, se empeña torpemente en seguirlo, sin escuchar la voz de la patria que clama pidiendo concordia, tranquilidad y paz para todos los hombres de buena voluntad.

¡Dios salva a México!   



[1] Esta y la restante información se extrae del fondo Jesús Medina Ascencio, de la biblioteca del Seminario de Guadalajara. Los subtítulos en cursiva los añadió la redacción de este Boletín.

[2] El verdadero Silvio Pellico, pensador y activista político italiano de gran importancia en el siglo XIX, habría muerto treinta años antes de esta publicación. Como se asentó en el Boletín precedente, bajo este nombre se esconde el de Antonio F. López, Cf. Manrique de Lara, Juana, Seudónimos, anagramas e iniciales de escritores mexicanos antiguos y modernos, México, 1954, pp 51 y 86.

 

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